martes, 1 de diciembre de 2009

Derecho a la Educacion

Durante años, una mujer --que no sabía ni leer ni escribir y no tenía hijos-- se dió cuenta de que los niños de su pueblo no podían ir a la escuela primaria más próxima, porque estaba demasiado lejos, vino a pedir cincuenta cartillas escolares y una pequeña suma de dinero al mes; un pariente con cierta formación iría a vivir a su aldea para enseñar a los niños. Esta mujer sencilla que vive en condiciones precarias, es más responsable que el Estado.

Vosotros deseáis poder asegurar a vuestros hijos una buena formación y una vida de calidad. Una "vida de calidad" significa buenas escuelas y buenos profesores bien formados. Es cuestión de inversiones; eso es el desarrollo.

Cuanto más nos ocupemos de problemas sectoriales como la educación, la sanidad o la violencia, más volvemos a chocar con la pobreza como punto fundamental que hay que atacar.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Rosalia de Castro (1837 – 1885)

Nació en Santiago de Compostela. Fue bautizada con los nombres de María Rosalía Rita. hija de padres desconocidos. Muy poco se sabe de su educación. Se sabe que en la escuela mostró talento de versificadora. También le gustaba el dibujo, la música y la declamación.

Rosalía de Castro contrajo matrimonio con Manuel Martínez Murguía, erudito cronista de Galicia. Al año siguiente Rosalía da luz a su primera hija, Alejandra, a la que han de seguir seis hijos más. Su domicilio cambió varias veces, entre Madrid y Simancas. Rosalía nunca disfrutó de buena salud. Luchó siempre contra enfermedades, y a menudo con la penuria, vivió dedicada a su hogar, a sus hijos y a su marido, nunca aspiró a la fama. Su marido fue quien la convenció para que publicara sus obras. Murió de cáncer a los cuarenta y ocho años en su casa de Padrón, la cual hoy es un museo. Todos sus hijos murieron antes que ella, sin poder dejar herederos.

Compuso sus primeros versos a la edad de 12 años. A los 17 años ya era conocida en el "Liceo de San Agustín". por su primer libro; La Flor. y Follas Novas: es el título de su último libro que contiene su manera de ver la vida, en el muestra su esencia vital. Rosalía muestra una visión sombría de la existencia humana. En los Cantares, Rosalía asume la voz del pueblo gallego. Su obra maestra en castellano es En las Orillas del Sar, versos de tono íntimo, de extraña penetración, cargados de nocturna belleza. Merece ser considerada, al lado de Gustavo Adolfo Bécquer, como la precursora de la Modernidad e iniciadora de una nueva métrica castellana.

Gustavo Adolfo Béquer

Originario de Sevilla, España, Bécquer nació el 17 de febrero de
1836 siendo su padre un célebre pintor del costumbrismo sevillano
quien dejó huérfano a Adolfo a los cinco años; comenzó sus primeros
estudios en el colegio de San Antonio Abad, para luego pasar a tomar
la carrera náutica en el colegio de San Telmo.
A los nueve años quedó huérfano también de madre y salió del anterior
colegio para ser acogido por su madrina de bautismo. A la edad de
diecisiete años dejó a su madrina y a la buena posición que ésta
le proporcionaba para viajar a Madrid en busca de fortuna a través
del campo de las letras que se le daba con facilidad.
Como es conocido, no era fácil subsistir de la literatura y
paradójicamente, Bécquer que deseaba encontrar fortuna lo que
abundó fueron escaseces, por lo que se vio obligado a servir de
escribiente en la Dirección de Bienes Nacionales, donde su
habilidad para el dibujo era admirada por sus compañeros, pero
fue motivo de que fuera cesado al ser sorprendido por el Director
haciendo dibujos de escenas de Shakespeare. De este modo volvió
Gustavo a vivir de sus artículos literarios que eran entonces de
poca demanda por lo que alternó esta actividad con la elaboración
de pinturas al fresco.
Tiempo después encontró una plaza en la redacción de
"El Contemporáneo" y fue entonces que escribió la mayoría de sus
leyendas y las "Cartas desde mi celda".
En 1862 llegó a vivir con Bécquer su hermano Valeriano, célebre en
Sevilla por su producción pictórica pero no por eso más afortunado
que Gustavo, y juntos vivieron al día uno traduciendo novelas o
escribiendo artículos y el otro dibujando y pintando por destajo;
mucho les costó a los hermanos salir adelante de su infortunio y
con el tiempo lograron juntos una modesta estabilidad que les
permitía a uno retratar por obsequio y al otro escribir una oda
por entusiasmo.
Como legado para la literatura del mundo, Gustavo Adolfo Bécquer
dejó sus "Rimas" a través de las cuales deja ver lo melancólico y
atormentado de su vida; en el género de las leyendas escribió la
célebre "Maese Pérez el Organista", "Los ojos verdes", "Las hojas
secas" y "La rosa de pasión" entre varias otras. Escribió esbozos
y ensayos como "La mujer de piedra", "La noche de difuntos", "Un
Drama" y "El aderezo de esmeraldas" entre una variedad similar a
la de sus leyendas. Hizo descripciones de "La basílica de Santa
Leocadia", el "Solar de la Casa del Cid" y el "Enterramiento de
Garcilaso de la Vega", entre otras. Por último, dentro del
costumbrismo o folklor español escribió "Los dos Compadres",
"Las jugadoras", la "Semana Santa en Toledo", "El café de Fornos"
y otras más.
En septiembre de 1870 dejó de existir Valeriano, duro golpe para
Gustavo, que pronto enfermó sin ningún síntoma preciso, de pulmonía
que se convirtió luego en hepatitis para tornarse en una pericarditis
que pronto había terminar su vida el 22 de diciembre de ese mismo año.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Descubre el Gen del Lenguaje

12/11/2009

Descubren el gen del lenguaje
La Vanguardia

Si tenemos la oportunidad de leer este artículo y después comentarlo con otras personas, tenemos que darle las gracias al gen FOXP2.

Según han descubierto investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la versión humana de este gen modifica la actividad de otros 116 genes en el cerebro, de modo que cambia la arquitectura del órgano y aparece el don del lenguaje. Este mismo gen actúa también en otros órganos, especialmente en actividades de coordinación motora, de modo que el aparato de fonación puede ejecutar la compleja secuencia de movimientos que permite el habla. FOXP2 emerge así como el interruptor maestro del lenguaje, ya que de él depende que se produzcan la multitud de modificaciones necesarias en el cuerpo humano para poder hablar.

La investigación, que se presenta hoy en la revista Nature, responde a «una de las preguntas centrales del estudio de la evolución humana: ¿cómo hemos adquirido los humanos la capacidad del lenguaje?», explicó ayer Robert Sala, investigador de Atapuerca y de la Universitat Rovira i Virgili.

El gen FOXP2 ha sido conocido como «el gen del lenguaje» desde que en el 2001 se descubrió que estaba mutado en varias personas de una misma familia que sufrían disfunciones lingüísticas. Pero faltaba explicar cómo un único gen puede regular una función tan compleja como el lenguaje, que afecta a tantas regiones del cerebro y a tantos órganos distintos.

Se sabía que todos los vertebrados tienen un gen FOXP2, que interviene en funciones motoras como la coordinación muscular. Y se descubrió que sólo hay dos diferencias minúsculas entre el FOXP2 de los humanos y el de nuestros parientes más próximos, los chimpancés: concretamente, dos aminoácidos son distintos entre la proteína producida por el gen FOXP2 humano y el de los chimpancés.

Para averiguar qué efectos tienen estos dos cambios de aminoácidos, los investigadores de UCLA introdujeron el FOXP2 del chimpancé en neuronas humanas. Seguidamente, analizaron qué genes están activos en estas neuronas. Y compararon los resultados con los genes activos en neuronas humanas normales. Cuando los investigadores analizaron los cultivos celulares con avanzadas técnicas genómicas observaron que más de cien genes estaban actuando de manera distinta entre las neuronas con FOXP2 humano y de chimpancé. Estos resultados se confirmaron después analizando la actividad genética en tejido cerebral de personas y chimpancés.

Otra investigación publicada este año en la revista Cell observó que, si se introduce el gen FOXP2 humano en ratones, se alargan las dendritas (prolongaciones de las neuronas) en algunas regiones del cerebro y emiten más vocalizaciones.

Los resultados del equipo de UCLA «muestran que un pequeño cambio en un gen puede tener grandes consecuencias; por lo tanto, dos especies pueden tener genomas muy parecidos, como nosotros y los chimpancés, y sin embargo ser muy distintas en algunos aspectos», destaca Carles Lalueza, del Institut de Biologia Evolutiva CSIC-UPF.

La nueva investigación ayuda a resolver dos problemas que tenía planteados hasta ahora el estudio del origen del lenguaje. El primero es que, si un único gen actúa sobre muchos otros, «no es preciso que se hayan producido muchas mutaciones genéticas distintas, que era improbable que hubieran ocurrido al mismo tiempo, para explicar cómo los humano desarrollaron el lenguaje», apunta Robert Sala.

Segundo, si FOXP2 actúa tanto sobre el cerebro como sobre el aparato de fonación, la evolución de un único gen basta para explicar cómo apareció, por un lado, la capacidad de procesar el lenguaje en el cerebro y, por otro, la capacidad de hablar.

Pero no todo está explicado con FOXP2, advierten los autores de la investigación. A partir de ahora, señalan, habrá que averiguar cómo influyen en el lenguaje los 116 genes alterados por la versión humana de FOXP2. Según destaca en un comunicado Genevieve Konopka, primera autora de la investigación, «al identificar los genes influenciados por FOXP2, tenemos nuevos instrumentos para estudiar cómo el lenguaje humano está regulado a nivel molecular».
Publicado por Ricardo

martes, 27 de octubre de 2009

¿Por qué usamos el signo de interrogación inicial?

Con frecuencia nos preguntan por qué el español es la única lengua que emplea el signo de interrogación inicial, y cuál es el origen del signo final de interrogación empleado en todas las lenguas europeas modernas. La respuesta nos la trajo al Foro Cervantes María López-Contreras González, quien investigó el tema en la red.

1º) - En la mayoría de los idiomas se utiliza un único signo de interrogación al final de la frase interrogativa: How old are you? (Inglés: ¿Cuántos años tienes?). Este fue el uso habitual también en español, hasta mucho después de que la segunda edición de la Ortografía de la Real Academia, en 1754, declarase preceptivo iniciar las preguntas con el signo de apertura de interrogación invertido, (¿) y terminarlas con el signo de interrogación ya existente (?) – ¿Qué edad tienes?–, al tiempo que se ordenaba lo mismo para los signos de admiración (¡) y (!). Este criterio, en realidad, no se generalizaría hasta casi un siglo más tarde, ya que desde esa fecha de mediados del siglo XVIII hasta mediados del XIX la Real Academia Española no tuvo, ni mucho menos, el carácter corporativo e institucional que le iba a conferir la monarquía isabelina posteriormente. Las imprentas siguieron editando según la costumbre: ubicaban solamente un signo al final de las frases interrogativas o exclamativas. Si los signos iniciales se extendieron en las tipografías, no se debió a que el español tenga el problema de que no se sabe en qué momento se inicia la frase interrogativa o admirativa (la sintaxis de otras lenguas también desconoce ese momento), sino al carácter forzoso que dio la monarquía a los criterios de la Real. La norma de los signos de interrogación y exclamación iniciales fue impuesta, simplemente, de la mano de la Gramática oficial de la institución monárquica. Su carácter compulsorio estaba limitado al muy reducido ámbito idiomático de España (ver, por ejemplo, la resistencia de Chile). Una solución intermedia muy corriente consistió en utilizar los signos de apertura sólo cuando el enunciado era largo, o con riesgo de ambigüedad, pero no para las frases breves y claramente interrogativas, como Quién vive? [cita requerida].

2º) - Qué son los signos de puntuación y cuál es su historia.
Los signos de puntuación son herramientas específicamente creadas para ayudar a los lectores a comprender el significado de los textos. En los inicios de la escritura alfabética los textos eran muy diferentes de los actuales; estaban compuestos por letras que formaban una aglomeración consecutiva y compacta, en la cual no había ninguna puntuación. Esto hacía tan difícil su lectura que era indispensable leerlos en voz alta, para ir demarcando con el tono de la voz las palabras y las frases. Fueron necesarios por lo menos quince siglos para que se produjera la separación gradual de las letras de los textos en palabras y frases. En los comienzos de la Edad Media se adoptó la costumbre de poner las frases en líneas separadas; luego aparecieron la coma y el punto; posteriormente se adoptaron las mayúsculas iniciales, los paréntesis, la separación entre párrafos, hasta llegar a la diversidad de signos que tenemos hoy. Este desarrollo de la puntuación hizo posible la aparición de la lectura silenciosa a la que ahora estamos habituados. La historia de la escritura en Occidente subraya un hecho clave: el lector es quien se beneficia del buen uso de los signos de puntuación. Cuando un autor, al escribir un texto, cuida la puntuación, no lo hace por un vano alarde de erudición sino porque tiene interés en que sus lectores entiendan lo que dice. El mal uso de la puntuación indica, por contraste, que posiblemente el autor no tiene claro lo que quiere decir. (...)

3º) - Signo de interrogación.
- Origen El origen del signo es oscuro y se han formulado varias hipótesis[2]:
- Puede ser una estilización de Qo, abreviación de la palabra latina quaestio.
- Puede ser una modificación del signo de interrogación griego, que en su forma es idéntico a nuestro punto y coma.
- También se ha asociado el signo a la notación musical de las neumas.
- Parecido a la anterior es la hipótesis de que expresa gráficamente la entonación del hablante.
- Finalmente, hay quienes atribuyen la invención a personas concretas de la Antigüedad o la Edad Media.>>

martes, 20 de octubre de 2009

Relato Breve

Era una noche de tormenta y lluvia, estábamos en casa de una amiga y para no aburrirnos decidimos mi amiga y yo hacer una ouija para ver lo que se sentía. Empezamos a jugar y preguntamos que quien iba a morir esa noche, la tabla respondió que yo iba a morir, me asusté tanto que paramos de jugar y empezamos a contar historias de terror. Cuando nos cansamos de jugar bagué a por un vaso de agua, empecé a escuchar ruidos que no sabía de donde procedían, subí corriendo a la habitación y le dije a mi amiga que había escuchado ruidos por el salón. Las dos bajamos a ver que estaba ocurriendo, vimos una sombra en el jardín que se iba alejando, cuando nos dimos la vuelta para subir a la habitación oímos correr. Nos dimos la vuelta y ahí estaba un tipo vestido de negro con un pasa montañas negro intentando entrar, fuimos a llamar a la policía, pero no había señal. De repente oímos como se rompía un cristal, subimos las escaleras corriendo y nos encerramos en la habitación, el hombre subió despacio las escaleras y empezó a buscarnos por las habitaciones, cuando llego a la que estábamos nosotras empezó a destruir la puerta. Cuando me dí cuenta mi amiga ya estaba destrozada a chuchillazos, se había comido los intestinos y cuando termino vino a por mi y de repente desaparecí como mi amiga, destrozada a cuchillazos y con los intestinos fuera.

martes, 6 de octubre de 2009

No morí en nueva york

Según una encuesta de la Universidad de Pittsburgh, del total de decisiones que tomo al día, 86% son un error. Pequeños o graves errores que se suceden constantes, puntuales, irrevocables, como hits de Madonna. No es fácil vivir aquí adentro, ser la eterna víctima de mí misma. Uno de mis errores más recientes fue haber planificado, dentro de mis vacaciones, pasar sólo tres días en Nueva York. Sólo. Como si Nueva York fuera Las Vegas, donde luego de ver veinte hoteles esquizofrénicos, emborracharte y pasar la noche haciendo estupideces, te morirías del aburrimiento. Como si fuera Praga o Florencia, donde tras visitar mil museos, iglesias y cementerios ya no tendrías nada que hacer.
Además, aparte, crecí con esa creencia sin fundamento, muy New Age, de que si uno quiere algo mucho-mucho, pasa. ¡Haz que suceda! Mente positiva. Bah. Hago fuerza, frunzo el ceño, “piensa positivo”, pienso. Y nada, la magia no se da. El día en que toda esa energía positiva surta efecto y pase todo lo que quiero que pase, lo más probable es que me arrepienta del desastre universal que habré creado.
Total que mi inoperante energía positiva y yo decidimos que haría buen tiempo justo los tres escasos días que iría a Nueva York. Pero el mito de la energía positiva hay que combinarlo con decisiones correctas, ese es el truco. Así uno tiene la fantasía de que esa payasada funciona. En cambio, mi pobre energía positiva, empantanada en medio de tantas decisiones erróneas, es tan ridículamente ineficaz como una aspirina para combatir el cáncer. Esto me ocurre en la mayoría de los casos, pero ahora estoy hablando de Nueva York y de las 72 horas en que no paró de llover.
El primer día no fue un problema porque fui al teatro y a casa de una amiga, estaba resguardada. Pero el segundo era El Día Para Conocer Manhattan. Apenas salí de una estación de metro que me escupió en Times Square, me atacaron un viento frío y un agua gélida que caía con fuerza, con unos gotones que dejaban cráteres en mi cabeza. Saqué el mapa y, antes de que se empapara y se borraran los nombres de las calles, logré entender que estaba cerca de Grand Central. Wow, la estación de trenes donde hacen tantos flashmobs. Seguro tiene techo. En el camino me compré un paraguas grotescamente caro y llegué. Con solemnidad, traté de internarme en los cientos de clips filmados en ese lugar y que me daban una sensación de déjà vu. Me demoré tomando fotos olvidables hasta que fue evidente que estaba perdiendo el tiempo. Basta de Grand Central, Leila, estás en Nueva York, tienes un día, sal de aquí.
Salí. Lluvia, frío. El paraguas se dio vuelta y se convirtió en una antena para la detección de extraterrestres que habría usado feliz Ed Wood para alguna lúgubre escenografía. Lo tiré y seguí mojándome. Un hombre que vendía paseos turísticos en autobús, de esos en los que uno se puede subir y bajar cuando quiera, notó mi desamparo y me recitó los beneficios de su tour. “¿Los autobuses tienen techo?”, pregunté. “Sí, claro”, dijo. Le compré el paquete y me mandó a una parada más adelante. Cuando por fin llegó el autobús, descubrí que no había ningún techo. Como consuelo me dieron un “free poncho” impermeable para poder disfrutar de la ciudad al aire libre, bajo la lluvia, con frío, en un autobús andando y con un tipo más infeliz que yo que me mostraba, con un micrófono que amplificaba el viento, los puntos turísticos de interés.
Como se sabe, esos ponchos baratos de plástico no son muy ergonómicos ni los diseña Prada, o sea que el gorro, una vez puesto sobre la cabeza, no hay quien lo mueva. Esto da una visibilidad reducida a exactamente un ángulo recto ante los ojos. Cuando el guía me mostraba algo a un lado o sobre mí, yo movía la cabeza pero el gorro se quedaba ahí, como anteojeras de caballo, por lo que todo lo que veía arriba y a los costados era un plástico amarillo inmutable. Sólo pude apreciar lo que tenía delante, la mayoría de las veces semáforos. Saben, una vez que había conseguido armonizar el frío, la lluvia y el poncho, a fin de que ni yo, ni el morral, ni la cámara ni mi mente positiva nos mojáramos demasiado, moverme un centímetro era una decisión muy difícil que conllevaba un gran esfuerzo posterior de húmedo reacomodo. Lo hice en contadas ocasiones: cuando me anunciaron que allá arriba estaba el Empire State levanté la cabeza y lo vi entre las nubes, indistinguible del resto de los edificios. Luego me dijeron: “Ahí, la estatua de la libertad”. Cedí y me saqué el gorro de nuevo para ver una bruma en medio de la cual una mancha verde, que podía haber sido una gota de grasa en mis lentes, prometía ser la icónica escultura. “Allá el puente de Brooklyn”, “Allá Wall Street”. Todo era igual: un plástico amarillo o una sombra en la neblina. Decidí bajarme y caminar bajo la lluvia, si total ya estaba mojándome en ese autobús donde, además, recibía chorros de agua helada que lanzaban los autos desde las avenidas que pasaban por arriba.
Fui a parar a Greenwich Village, una linda zona llena de comercios que recorrí uno por uno, con la ilógica esperanza (energía positiva) de que pronto dejaría de llover. Entraba con mi poncho amarillo goteando y mojando toda la tienda a mi paso. Pero hasta los gringos que atendían los negocios y que son extraordinariamente cordiales comenzaron a mirarme con disgusto. Al final ya sólo podía meterme en sex shops, que eran los únicos sitios donde no me miraban feo. Supongo que es porque estar mojado es parte del concepto. Vi con el mayor interés y toda la demora posible los artilugios más delirantes, tenía que leer las instrucciones de la mayoría para entender su utilidad. Había unos consoladores astronómicos que me daría terror meter en mi casa, ni digamos en cualquier otra parte. El premio se lo ganó una graciosa lengua a pilas cuyo funcionamiento el chico de la tienda ofreció mostrarme tras comprobar mi detenida fascinación. Salí espantada, pero como aún llovía me metí en la tienda de al lado, que era otro sex shop. Cuando terminó la calle, toda de sex shops, aún no había dejado de llover y yo ya me sentía una geisha entrenada para la guerra.
Luego fui a comer a un restaurante italiano. El dueño flirteó un poco conmigo diciéndome que una venezolana con sangre italiana, como yo, tenía que ser “caliente en la cama” (en español en el original), comentario ordinario y bobo, pero yo venía de pasar un día bajo la lluvia, muerta de frío y refugiándome en una eterna calle de sex shops. No se puede galantear impunemente, quise decirle. Usted no toque si no va a comprar, señor. Debería estar penalizado cortejar sin concretar.
Luego de comer, halagada pero aún con frío, salí a mojarme de nuevo. Por si no se ha notado aún a lo largo de este blog, soy bastante hipocondríaca. Sé que voy a morir pronto en un accidente en un taxi uruguayo, en un avión o, si la vida me sonríe, asfixiada por una falla pulmonar. Una neumonía reciente me dejó bastante débil y aún así me estoy suicidando homeopáticamente con cigarrillos, o sea que me protejo bastante de cualquier cosa que pueda afectar mi desgraciado aparato respiratorio. Mientras pasaba tanto frío y se mojaba cada centímetro de mi erróneo ser en las calles de Nueva York, sabía que iba a morir. Sentía latir la cicatriz en mi pulmón derecho. Un amigo, con el que me encontraría esa noche, tendría que encargarse del engorro del entierro y todo eso. Lo lamenté por él, pero decidí, en un arresto de valentía inédito en mí, que no me importaba morir. Iba a conocer Manhattan ese día, carajo, a disfrutarlo y a estirar la pata al día siguiente y punto.
Pero no me enfermé. Casi lo lamento. Habría sido una muerte heroica. Ahora estoy en casa de nuevo, cometiendo un error tras otro y pensando positivo estérilmente, como antes, sin que se dé la magia.

martes, 22 de septiembre de 2009

Johann Wolfgang von Goethe

Biografía:
El propio Goethe narró su vida en un libro autobiográfico, Poesía y verdad (1811 y ss.), que llega hasta el aNació en Fráncfort del Meno(Frankfurt am Main), hijo de Johann Caspar Goethe, un abogado y consejero imperial que se retiró de la vida pública y educó a sus hijos él mismo, bajo la máxima de no perder el tiempo en lo más mínimo, y de Katharina Elisabeth Textor, hija de un antiguo burgomaestre de Frankfurt. Estas vinculaciones familiares le pusieron en contacto desde el principio con el patriciado urbano y la vida política.
De inteligencia superdotada, y provisto de una enorme y enfermiza curiosidad, hizo prácticamente de todo y llegó a acumular una omnímoda o completa cultura. Primeramente estudió lenguas, aunque sus inclinaciones iban por el arte y nunca, a lo largo de toda su vida, dejó de cultivar el dibujo; al tiempo que escribía sus primeros poemas, se interesó por otras ramas del conocimiento como la geología, la química y la medicina.
Goethe estudió Derecho en Leipzig (1765); allí conoció los escritos de Winckelmann sobre arte y cultura griegas, pero una grave enfermedad le obligó a dejar los estudios en 1768 y volver a Frankfurt; Katharina von Klettenberg, amiga de su madre, le cuidó y le introdujo en el misticismo pietista, que ponía su énfasis en el sentimiento dentro de la confesión protestante; por entonces compuso sus primeros poemas. Retomó los estudios en 1770 en Estrasburgo y los concluyó al año siguiente; esos dos años allí fueron muy importantes para él: conoció a Friederike Brion, que le inspiró la mayoría de sus personajes femeninos, y trabó amistad con el filósofo Johann Gottfried von Herder, cuyos Discursos a la nación alemana tanto influyeron en el Romanticismo alemán. Herder le introdujo en la poesía popular alemana, le descubrió el universo de Shakespeare y le liberó definitivamente del Neoclasicismo francés y de la confianza en la razón de la Aufklärung alemana.
Vuelto de nuevo a Fráncfort, escribió la tragedia Götz von Berlichingen (1773) y al año siguiente su novela Las cuitas del joven Werther(1774) y colaboró con Herder en la redacción del manifiesto del movimiento Sturm und Drang («Tempestad y arrebato»), considerado el preludio del Romanticismo en Alemania: Sobre el estilo y el arte alemán (1773). En esta obra se reivindica la poesía de James MacPherson (Ossian) y de Shakespeare.
La inspiración del Werther le venía de mediados de 1772, cuando un amor no correspondido por una tal Charlotte Buff, esposa de un funcionario de apellido Kestner, lo había tenido en dos años de calvario, de los que salió al enamorarse de la jovencísima Maximiliana Brentano. Aquel desamor y el suicidio de un conocido suyo inspiraron en 1774 la composición de la novela, en parte epistolar. Las desventuras del joven Werther tuvo un éxito tan grande y representó tan bien en la figura del protagonista el desencanto de las jóvenes generaciones que suscitó una epidemia de suicidios adolescentes en el país.
Entre 1772 y 1775 escribió además los dramas Clavijo (1774) y Stella (1775). Mientras, intentaba abrir con poca fortuna en Frankfurt un bufete de abogado, y como además había roto su compromiso de matrimonio con Lili Schömemann, no dudó en 1775 en aceptar la invitación a la Corte de Weimar de Carlos-Augusto, heredero del ducado de Sajonia-Weimar, y marchó hacia allá prácticamente huyendo de las dos cosas, de la abogacía y del compromiso sentimental.ño 1775.
Entró al servicio del príncipe heredero Carlos Augusto y fijó su residencia en Weimar ya hasta su muerte. Las tareas que éste le encomienda le hacen abandonar prácticamente la literatura durante casi diez años. Allí Anna Amalia, madre de Carlos Augusto, que había empezado a crear un círculo de intelectuales con el preceptor de su hijo, Wieland, lo amplió al incluir en él a Goethe y posteriormente Herder y Friedrich von Schiller; fugazmente pasaron también por allí Jakob Michael Reinhold Lenz y Friedrich Maximilian Klinger. Goethe pasa de ser consejero secreto de legación (1776) a consejero secreto (1779) y finalmente se convierte en una especie de ministro supremo.
Inicia en esa época sus investigaciones científicas. Interesado por la óptica, concibió una teorí distinta a la de Isaac Newton sobre los colores y también investigó en geología, química y osteología, disciplina esta última en que descubrió el hueso intermaxilar en marzo de 1784, que pone una de las primeras piedras en la teoría de la evolución del hombre, aunque en esto se le adelantó por muy poco un anatomista francés, lo que le supuso una gran frustración. Las cartas a Charlotte von Stein dan fe de esta época de su vida, envuelta en todo tipo de encargos y gestiones para reformar el muy pequeño y humilde estado de Weimar.
Desde un puesto tan importante tuvo la oportunidad de relacionarse con la alta aristocracia y conoció a personajes notables, como Napoleón Bonaparte, Ludwig van Beethoven, Friedrich von Schiller y Arthur Schopenhauer. En 1782 fue añadida la partícula von a su apellido por el mismo Duque Carlos Augusto pese a las protestas de la nobleza, para formar parte de la Corte con un cargo equiparable al de los restantes ministros, pertenecientes todos a ella.
Ingresó en la Masonería el 11 de febrero de 1783, aunque según el escritor masónico Lorenzo Frau Abrines, la fecha de su ingreso es anterior, el 23 de junio de 1780, dentro de la efímera logia Amalia, que abatió columnas dos años después. En 1830, dos años antes de su muerte, Goethe compuso un poema titulado Para la fiesta de San Juan de 1830, en ocasión de celebrarse su cincuentenario como miembro de la masonería. A su condición de masón y a su paso por la Masonería, así como a otras aficiones que al parecer cultivó, se atribuye influencia en su obra, especialmente en Fausto.
Por otra parte, seguía profundizando en el estudio del teatro de William Shakespeare y de Pedro Calderón de la Barca, algunas de cuyas obras (por ejemplo, El príncipe constante de Calderón) hace representar con éxito como encargado del teatro en la Corte de Weimar; en estas funciones empezó a cartearse con Schiller. Las lecturas teatrales de estos autores amplían notablemente los horizontes de su espíritu. Le domina además el entusiasmo ante la falsa poesía céltica de Ossian y escribe un famoso monólogo del gran dios del Romanticismo, Prometeo, que personificaba el genio rebelde de los creadores y del cual se sintió justamente orgulloso:
Fue como la mecha que provocara el estallido que descubrió y sacó a plena luz las más secretas condiciones de hombres dignos. (Poesía y verdad, lib. XV)
Así fue en efecto, en lo referido al movimiento conocido como titanismo, uno de cuyos más preclaros representantes fue Giacomo Leopardi. Merced a Goethe, Weimar se convirtió en el auténtico centro cultural de Alemania; allí compuso poemas inspirados por Charlotte von Stein y empezó la redacción de sus obras más ambiciosas, como sus dramas Ifigenia en Táuride (1787) Egmont y Fausto, que luego revisaría a fondo tras la profunda impresión que recibió en su trascendental viaje a Italia (1786–1788), que cambió su desequilibrada estética romántica por el equilibrio clásico. Empezó en Venecia, donde compuso sus Epigramas venecianos, y terminó en Roma, donde estudió la cultura grecolatina a fondo; de esta época son sus Elegías romanas. El viaje a Italia supone el comienzo de su periodo clásico.
Sin embargo, a su regreso a Weimar en 1788 se encuentra una gran oposición a su nueva estética; es más, se forma un cierto escándalo cuando llega a divulgarse que desde ese mismo año vive amancebado con una jovencita, Christiane Vulpius (1765–1816), que le dio al año siguiente un hijo, Julius August Walther von Goethe (1789–1830); cuatro abortos sucesivos posteriores inducen a creer que entre ambos había incompatibilidad de grupos sanguíneos, en aquella época desconocida. Goethe legitimó a su único hijo en 1800.
No abandonó completamente su pretensión de labrarse una carrera científica. En Zur Farbenlehre, 1810, intentó refutar con poca fortuna la teoría de los colores de Newton. En el primer volumen de esta obra se halla la que es sin duda la primera historia comprensiva de la ciencia.
Dirigió el Teatro ducal entre 1791 y 1813 y con motivo de este cargo conoció en 1794 al dramaturgo Friedrich von Schiller, con el que sostuvo una luenga amistad y cierta correspondencia epistolar hasta la muerte de éste en 1805. Schiller publicó las hasta entonces inéditas Elegías romanas de Goethe en su periódico, Las Horas, en 1795. También imprimió la novela Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796) y la novela en verso Hermann y Dorothea (1798). Schiller incitó a Goethe a que prosiguiera en la gran obra de su vida, el Fausto, poema que no paraba de corregir y ampliar y cuya primera versión apareció en 1808. Desde dos años antes se hallaba ya casado con Christiane Vulpius, quizá para acallar a quienes criticaban su estilo de vida. El hecho más importante quizá de esta época de su vida es su entrevista en Érfurt con Napoleón I en 1808, cuando el ejército francés ocupaba parte del territorio prusiano en el marco de las guerras Napoleónicas.
La Revolución francesa supuso para Goethe un gran trastorno; algunos de sus epigramas venecianos ya tratan este tema, pero como su pensamiento se hallaba por completo imbuido del equilibrio y armonía del clasicismo y veía el ser como una totalidad orgánica a partir de la filosofía de Kant, el desarrollo de la revolución y el cambio provocado por la violencia le parecían una atrocidad. Eso se plasmó en algunas obras de entonces, como la colección de novelitas breves Conversaciones de emigrados alemanes (1795), la obra épica Germán y Dorotea (1797) y la tragedia La hija natural (1799 y ss.). Algo después aparecen las novelas de madurez: Las afinidades electivas (1809) y Los años de peregrinaje de Wilhelm Meister (1821, revisado en 1829), así como un diario de su viaje por Italia, Viajes italianos (1816), su autobiografía Poesía y verdad en varias entregas (1811–1833) y un poemario, Diván de Oriente y Occidente (1819), donde se deja sentir algo el influjo de la poesía oriental. Goethe murió en Weimar el 22 de marzo de 1832. La versión final de su gran poema coral Fausto apareció póstuma ese mismo año.
En cuanto a su carrera literaria, Goethe la inició en el seno de un exasperado Romanticismo deudor del Sturm und Drang, cuya obra más representativa se encargó de escribir él mismo: Las cuitas del joven Werther. El viaje a Roma supuso para él ir arrinconando esa estética en una evolución que le hizo al cabo renegar del Romanticismo e identificarse con el equilibro clásico grecolatino, lo que puso fin a su tormentosa vida interior. Fue esa la revelación del Clasicismo, verdadera raíz con la que podía identificarse la cultura alemana. «Ahora comprendo el sentido del mármol», escribirá en una de sus Elegías romanas.
De ese viaje por Italia son fruto también los Epigramas venecianos, entre los cuales hay algunas meditaciones profundas sobre la contemporánea Revolución francesa o el significado de la vida y de la cultura. La postura política de Goethe es sin embargo conservadora: «prefiero la injusticia al desorden», escribirá. Eso le supuso algunos recelos por parte de otros artistas a los que no les importaba en lo más mínimo no acordarse con su contexto social, como por ejemplo Beethoven. En las dos versiones de su complejo y grandioso Fausto se encuentra el último mito que fue capaz de engendrar la cultura europea, el de cómo la grandeza intelectual y la sed omnímoda de saber pueden, sin embargo, engendrar la miseria moral y espiritual. Por otra parte, en la lectura y estudio de Spinoza encuentra también un consuelo al desequilibrio romántico que le embargaba, como cuenta en Poesía y verdad, donde se extiende en comentar especialmente su frase de que «quien bien ama a Dios, no debe exigir que Dios le ame a él».
Goethe disfrutó ya en vida de fama, respeto, prestigio y admiración. Delacroix le retrató en una litografía en 1827, aparte de ilustrar Fausto y Götz von Berlichingen. Por ello, fueron muchos los jóvenes de su época que quisieron conocerlo en persona o, cual se suele pedantescamente decir: vera effigies. Por otra parte, su secretario, Eckermann, anotaba cuidadosamente sus conversaciones con el maestro a lo largo de los años y escribió unas Conversaciones con Goethe, donde aparecen reflejadas las opiniones que en sus últimos años sostuvo sobre esas visitas y también sobre todo lo divino y lo humano.

Curso 2009/2010 Ambito Sociolinguistico 2

Espero que este año no tengamos tantas discusiones como el año pasado, me alegro de que haya pasado de curso. Para empezar, me parece mal de que no haya viaje de fin de curso para los alumnos de 4º de ESO del instituto Carrillo de Mendoza de Priego, para mi el viaje del Camino de Santiago no me parece de que esa excursion de viaje de fin de curso.

martes, 26 de mayo de 2009

El Bubisher

Mi admirado Gonzalo Moure me envía un correo con buenas nuevas. Él y mucha otra gente, mencionados en la información de la Redacción del Bubisher que transcribo a continuación, han hecho posible que todos los niños del Sáhara tengan la oportunidad de disfrutar libros maravillosos gracias al Bubisher, un camión equipado como un bibliobús, que recorre los campos de refugiados para llevar ilusión, esperanza, amor y buena suerte.Y yo sueño con la posibilidad de viajar al Sáhara de aquí a unos meses a compartir con niños y mayores cuanto he aprendido de la poesía.El Bubisher es fruto de la unidad. Unión de ideas, unión de esfuerzosEl Proyecto nació en el Colegio San Narciso, en Marín, Pontevedra. Sus alumnos, que ya habían colaborado con los refugiados saharauis comprando un cargamento de audífonos para los niños de los campamentos, tuvieron la idea de hacer llegar a sus escuelas libros de lectura. Cuando "Escritores por el Sáhara" les habló de la dificultad de su traslado hasta allí, los alumnos pensaron en un bibliobús. Aparentemente ingenua, la idea resultó magnífica, y empezó a transformarse en realidad, de la mano de la citada asociación de escritores. Como también haría falta dinero, los alumnos del San Narciso decidieron recaudarlo, a razón de 30 céntimos de euro a la semana de sus propios gastos. Con ese dinero, unos 3.000 euros al año, se pretende sufragar los gastos de personal saharaui y el mantenimiento del bibliobús. Algo en lo que colaboran ayuntamientos como el de Fraga, Huesca, y asociaciones como El Puente, de la misma localidad.Pero era necesario que alguien hiciera la donación del autobús, para ser reformado. Cerradas las puertas del Instituto Cervantes y de los ministerios del estado español, se recurrió al Gobierno Vasco, por sugerencia del parlamentario Txomin Aurrekoetxea, destacado defensor de la causa saharaui. La respuesta del Lehendakari fue casi instantánea. Y fue la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui del País Vasco la que abordó la transformación del vehículo en bibliobús, su decoración y su puesta a punto. Y de su bautizo: Bubisher, el ave que simboliza la buena suerte en el Sáhara, y que ya era título de una antología de poesía saharaui en castellano.Buena suerte fue también encontrar la colaboración de Merche Caballud y Carmen Carramiñana, profesora y maestra, Premio Nacional de Fomento de la Lectura ambas por sus grupos de lectura “Leer Juntos”. Elaboraron un proyecto lector para llevar suficientes ejemplares hasta las escuelas saharauis de libros de lectura (para préstamo y para lectura), teniendo en cuenta las edades y niveles de los alumnos (entre 8 y 12 años). El plan lector fue enviado a las editoriales más destacadas del ámbito estatal, que sin excepciones reaccionaron con generosidad y sin recorte alguno: SM, Anaya, Edelvives, Everest, Kalandraka, Kókinos, Ekaré, Media Vaca…De inmediato, el proyecto Bubisher fue acogido con entusiasmo por los ministerios de educación y cultura del gobierno saharaui y por su delegado en España. Y encontró su acomodo en un generoso plan educativo de la Universidad de Alicante , que empezará a ser puesto en marcha este mismo otoño.El Bubisher estará ubicado en el campamento 27 de febrero, y desde allí cubrirá también las wilayas de El Aiun y Smara, en las que se concentra la mayor parte de la población exiliada. Obvio es decir que el proyecto no podrá ser completo hasta que no se cubran también las necesidades de la wilaya de Dajla, la más lejana, y la de Ausserd. El Bubisher necesita hermanos gemelos.Por fin, hay que hablar de voluntarios. El Bubsiher será atendido por un conductor y un animador-bibliotecario saharaui, y dirigido por la Universidad de Alicante, pero necesita también voluntarios españoles familiarizados con la promoción de la lectura, para que su funcionamiento sea ideal. A pesar de no haber comenzado todavía a rodar, ya hay decenas de voluntarios de todo el estado español, e incluso de fuera de él, dispuestos a dar parte de sus vacaciones yendo a las escuelas saharauis a llevar libros, historias, y sueños a un pueblo que necesita la cultura para sobrevivir en la tierra más inhóspita del planeta.Ha sido tanta la gente que de alguna manera ha querido colaborar con la idea de los niños del Colegio San Narciso que es posible que hayamos cometido algún olvido. Por eso no podemos dejar de mencionar al Poemario por un Sáhara Libre, que siempre ha entendido que la cultura es un pan invisible, pero tan necesario como el otro, o a la asociación “4x4 solidario”.Ahora, sólo resta que el Bubisher traiga, como dice la sabiduría popular saharaui, la buena suerte.Tenéis más información en este enlace:

El Bubisher

Mi admirado Gonzalo Moure me envía un correo con buenas nuevas. Él y mucha otra gente, mencionados en la información de la Redacción del Bubisher que transcribo a continuación, han hecho posible que todos los niños del Sáhara tengan la oportunidad de disfrutar libros maravillosos gracias al Bubisher, un camión equipado como un bibliobús, que recorre los campos de refugiados para llevar ilusión, esperanza, amor y buena suerte.Y yo sueño con la posibilidad de viajar al Sáhara de aquí a unos meses a compartir con niños y mayores cuanto he aprendido de la poesía.El Bubisher es fruto de la unidad. Unión de ideas, unión de esfuerzosEl Proyecto nació en el Colegio San Narciso, en Marín, Pontevedra. Sus alumnos, que ya habían colaborado con los refugiados saharauis comprando un cargamento de audífonos para los niños de los campamentos, tuvieron la idea de hacer llegar a sus escuelas libros de lectura. Cuando "Escritores por el Sáhara" les habló de la dificultad de su traslado hasta allí, los alumnos pensaron en un bibliobús. Aparentemente ingenua, la idea resultó magnífica, y empezó a transformarse en realidad, de la mano de la citada asociación de escritores. Como también haría falta dinero, los alumnos del San Narciso decidieron recaudarlo, a razón de 30 céntimos de euro a la semana de sus propios gastos. Con ese dinero, unos 3.000 euros al año, se pretende sufragar los gastos de personal saharaui y el mantenimiento del bibliobús. Algo en lo que colaboran ayuntamientos como el de Fraga, Huesca, y asociaciones como El Puente, de la misma localidad.Pero era necesario que alguien hiciera la donación del autobús, para ser reformado. Cerradas las puertas del Instituto Cervantes y de los ministerios del estado español, se recurrió al Gobierno Vasco, por sugerencia del parlamentario Txomin Aurrekoetxea, destacado defensor de la causa saharaui. La respuesta del Lehendakari fue casi instantánea. Y fue la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui del País Vasco la que abordó la transformación del vehículo en bibliobús, su decoración y su puesta a punto. Y de su bautizo: Bubisher, el ave que simboliza la buena suerte en el Sáhara, y que ya era título de una antología de poesía saharaui en castellano.Buena suerte fue también encontrar la colaboración de Merche Caballud y Carmen Carramiñana, profesora y maestra, Premio Nacional de Fomento de la Lectura ambas por sus grupos de lectura “Leer Juntos”. Elaboraron un proyecto lector para llevar suficientes ejemplares hasta las escuelas saharauis de libros de lectura (para préstamo y para lectura), teniendo en cuenta las edades y niveles de los alumnos (entre 8 y 12 años). El plan lector fue enviado a las editoriales más destacadas del ámbito estatal, que sin excepciones reaccionaron con generosidad y sin recorte alguno: SM, Anaya, Edelvives, Everest, Kalandraka, Kókinos, Ekaré, Media Vaca…De inmediato, el proyecto Bubisher fue acogido con entusiasmo por los ministerios de educación y cultura del gobierno saharaui y por su delegado en España. Y encontró su acomodo en un generoso plan educativo de la Universidad de Alicante , que empezará a ser puesto en marcha este mismo otoño.El Bubisher estará ubicado en el campamento 27 de febrero, y desde allí cubrirá también las wilayas de El Aiun y Smara, en las que se concentra la mayor parte de la población exiliada. Obvio es decir que el proyecto no podrá ser completo hasta que no se cubran también las necesidades de la wilaya de Dajla, la más lejana, y la de Ausserd. El Bubisher necesita hermanos gemelos.Por fin, hay que hablar de voluntarios. El Bubsiher será atendido por un conductor y un animador-bibliotecario saharaui, y dirigido por la Universidad de Alicante, pero necesita también voluntarios españoles familiarizados con la promoción de la lectura, para que su funcionamiento sea ideal. A pesar de no haber comenzado todavía a rodar, ya hay decenas de voluntarios de todo el estado español, e incluso de fuera de él, dispuestos a dar parte de sus vacaciones yendo a las escuelas saharauis a llevar libros, historias, y sueños a un pueblo que necesita la cultura para sobrevivir en la tierra más inhóspita del planeta.Ha sido tanta la gente que de alguna manera ha querido colaborar con la idea de los niños del Colegio San Narciso que es posible que hayamos cometido algún olvido. Por eso no podemos dejar de mencionar al Poemario por un Sáhara Libre, que siempre ha entendido que la cultura es un pan invisible, pero tan necesario como el otro, o a la asociación “4x4 solidario”.Ahora, sólo resta que el Bubisher traiga, como dice la sabiduría popular saharaui, la buena suerte.Tenéis más información en este enlace:

martes, 19 de mayo de 2009

Cronograma

Gonzalo de Berceo (Berceo c. 1197 - c. 1264) fue un poeta español, el primero de nombre conocido en lengua castellana.

Don Juan Manuel (Escalona , 5 de mayo de 1282 - Córdoba , 13 de junio de 1348) fue un político y escritor en lengua castellana. Se trata de uno de los principales representantes de la prosa medieval de ficción, sobre todo gracias a su obra El conde Lucanor, conjunto de cuentos moralizantes (exempla) que se entremezclan con varias modalidades de literatura sapiencial.
No se le debe confundir con muchos de sus descendientes homónimos, entre ellos Juan Manuel, señor de Belmonte (siglo XVI).

Juan Ruiz de Alarcón y Mendoza fue un dramaturgo novohispano nacido el año de 1581 en la ciudad de Taxco (actualmente en Guerrero, México), y fallecido en Madrid, el 4 de agosto de 1639.

El Cantar de Mio Cid (1195-1207)

Juan Ruiz, conocido como el Arcipreste de Hita, fue un poeta castellano que vivió en la primera mitad del siglo XIV. Es autor de una de las obras literaria más importantes de la Edad Media española: el Libro de buen amor.

Mester de Clerecía

Se llama Mester de Clerecía a la literatura medieval compuesta por "clérigos", es decir, hombres instruidos y no necesariamente sacerdotes (podían ser nobles, como Pedro López de Ayala, judíos, como Sem Tob, o musulmanes, como el anónimo autor del Poema de Yusuf) que poseían unos conocimientos superiores a los del trivium o triviales, la enseñanza elemental de la época. Estos clérigos habían cursado en cambio los altos estudios de entonces, la educación superior derivada del quadrivium, de donde viene la expresión cuaderna vía, que sirvió para denominar su estrofa característica, el tetrástrofo monorrimo.

Biografía: Juan Ruiz

Biografía
Fue hijo de Pedro Ruiz de Alarcón, oriundo de la nobleza de Cuenca, y Leonor de Mendoza, emparentada con la entonces poderosa familia de los Mendoza, lo cual le proporcionó una posición acomodada. Cursó estudios de abogacía en la Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de México y, a comienzos del siglo XVII, viajó a España donde obtuvo el título de bachiller de cánones en la Universidad de Salamanca. Trabajó un tiempo como abogado en Sevilla (1606) para luego regresar a México a terminar sus estudios de leyes en 1608, coincidiendo en el mismo barco con el también escritor Mateo Alemán. Se graduó en México y opositó sin fruto a varias cátedras.

Biografía de Gonzalo de Berceo

Fue un clérigo secular que trabajó en La Rioja como notario del monasterio de San Millán de la Cogolla y el de Santo Domingo de Silos. Recibió una educación muy esmerada, pues se formó en los recientemente creados estudios generales (un antecedente medieval de las modernas universidades) de Palencia, los primeros que hubo en España y fue el más importante representante del mester de clerecía. Civilizó el idioma castellano creando la lengua literaria, para lo cual trasvasó numeroso vocabulario desde el latín (cultismos) y recurrió a fórmulas de la literatura oral tradicional y del mester de juglaría. También trabajó como notario eclesiástico para dichos monasterios, en cuyo cometido llegó incluso a falsificar documentos para conseguir que los reacios campesinos pagaran sus contribuciones a los mismos.
En 1237 fue presbítero.
Su poesía trata siempre sobre tema religioso, y está constituida fundamentalmente por hagiografías, esto es, escrituras sobre materia sagrada y por extensión biografías de los santos, en especial aquellos a los que se rendía culto en los monasterios con los que estuvo vinculado: la Estoria de sennor San Millán, la Vida de Sancta Oria, virgen y La vida del glorioso confesor Santo Domingo de Silos, por ejemplo. Su obra maestra es, sin embargo, los Milagros de Nuestra Señora. Otras obras suyas son El duelo que fizo la Virgen María el día de la Pasión de su fijo Jesu Cristo, Del sacrificio de la Misa, De los signos que aparecerán ante del Juicio, el Martiryo de Sant Laurencio, los Loores de Nuestra Señora y los Himnos.
No se muestra como un narrador original, ya que traduce ampliando obras escritas anteriormente en latín; su originalidad y carácter artístico debe apreciarse en el tratamiento de los temas, en el estilo, los detalles costumbristas y adaptaciones a la mentalidad medieval y campesina que añade a dichos relatos.
Su poesía es culta, aunque se reviste de una apariencia popular y utiliza elementos tradicionales; la estrofa que emplea para la versificación es la cuaderna vía o tetrástrofo monorrimo (cuatro versos alejandrinos o de catorce sílabas separados cada uno en dos mitades de siete sílabas por una cesura que coincide con final de palabra y grupo fónico, impidiendo toda sinalefa, y con una única rima consonante en todos sus versos).
Sus obras se pueden dividir en tres grupos:
Poemas sobre la Virgen María: Duelo de la Virgen y Milagros de Nuestra Señora.
Vidas de santos: Vida de San Millán, Vida de Santo Domingo de Silos, Poema de Santa Oria y Martirio de San Lorenzo.
Poemas de otros temas religiosos: De los signos que aparecen antes del Juicio Final y Del sacrificio de la misa.

Biografía: D.Juan Manuel

Don Juan Manuel (1282-1348) nació en el Castillo de Escalona en la provincia de Toledo. Por ser hijo del Infante don Manuel de Castilla (Señor de Escalona y de Peñafiel) y de Beatriz de Saboya, era sobrino del rey Alfonso X el Sabio y nieto de Fernando III el Santo. Heredó de su padre el gran Señorío de Villena, recibiendo los títulos de Príncipe, Señor y Duque de Villena .
Su nombre era Juan Manuel de Borgoña y Saboya, pero tras iniciar su padre el linaje de la Casa de Manuel de Villena, cambió sus apellidos pasando a llamarse Juan Manuel de Villena y Borgoña-Saboya.
Fue educado como un noble, siendo adiestrado en artes como la equitación, la caza o la esgrima, aprendió, además, latín, historia, derecho y teología. Literariamente, su formación incluyó la lectura de diversos poemas de clerecía (Libro de Alexandre, Libro de Apolonio...), los tratados de Raimundo Lulio, la obra de Alfonso X (especialmente, la Estoria de España, varios libros doctrinales y colecciones de sentencias, proverbios y dichos de sabios traducidos de lenguas orientales o del latín al castellano (Calila e Dimna, Sendebar...), etc.
A los 8 años perdió a sus padres, por lo que a muy temprana edad pudo disponer del amplio patrimonio de su familia. A los 12 años, iniciando una actividad que le acompañaría toda su vida, participó en la guerra para repeler el ataque de los moros de Granada a Murcia.
Se casó tres veces, eligiendo a sus esposas por conveniencia política y económica y, cuando tuvo hijos, se esforzó por emparejarlos con personas pertenecientes a la realeza.
Don Juan Manuel se convirtió en uno de los hombres más ricos y poderosos de su época, y, además de mantener él solo un ejército de mil caballeros, llegó a acuñar su moneda propia durante un tiempo, tal y como hacían los reyes.
El autor de El Conde Lucanor compaginó durante toda su vida sus actividades como escritor y como noble caballero. En su entorno, hubo ciertas críticas acerca de su vocación literaria, pues se pensaba que un noble de tan alto prestigio no debería dedicarse a tales actividades. El placer que encontraba en la escritura y la utilidad que veía para los demás en ella, le llevaron a seguir con su actividad literaria.
Don Juan Manuel tuvo enfrentamientos constantes con su rey. En la época, el trono de Castilla estuvo ocupado por dos monarcas que incluso llegaron a trazar planes para matarlo: Fernand IV y Alfonso XI. Sin embargo, este último buscó la fidelidad de Don Juan Manuel pidiéndole la mano de su hija Constanza. Finalmente, el rey repudió el matrimonio ya concertado y encarceló a la joven en el Castillo de Toro.
La lucha entre el rey y don Juan Manuel se prolongó por una década, y al menos hubo dos ocasiones en que éste pudo llegar a caer en manos del primero. También el rey se opone al traslado de Constanza a Portugal para casarse con el infante don Pedro de Portugal.
Necesidades de paz interna para enfrentarse al rey de Marruecos y la mediación de doña Juana Núñez, suegra de don Juan por su tercer matrimonio, consiguen que el rey devuelva a don Juan sus bienes y honores en 1337, poniendo fin a la enemistad, que se consolidó definitivamente con la autorización para la boda de Constanza y, hacia 1340, cuando ambos se aliaron contra los musulmanes en la batalla del Salado, arrebatándoles la ciudad de Algeciras.
Tras estos acontecimientos, el infante don Juan Manuel dejó la vida política y se retiró a Murcia, donde pasó sus últimos años entregado a la literatura. Orgulloso de sus obras, decidió reunirlas todas en un solo volumen, el cual desapareció al arder en un incendio.
Su nombre completo era Juan Manuel de Villena y Borgoña-Saboya y fue el creador de la Casa de Manuel de Villena, cuyos descendientes acabarían siendo propietarios de varios títulos de nobleza, como el condado de Vía Manuel, el marquesado de Rafal o el ducado de Arévalo del Rey, entre otros.

martes, 5 de mayo de 2009

El Cantar del Mio Cid

El Cantar de mio Cid es un cantar de gesta anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz de Vivar. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española en una lengua romance.
El poema consta de 3.735 versos anisosilábicos de extensión variable, aunque dominan versos de 14 a 16 sílabas métricas. Los versos del Cantar de mio Cid están divididos en dos hemistiquios separados por cesura. La longitud de cada hemistiquio es de 4 a 13 sílabas, y se considera unidad mínima de la prosodia del Cantar. No hay división en estrofas, y los versos se agrupan en tiradas, es decir series de versos con una misma rima asonante.
Está escrito en castellano medieval y compuesto alrededor del año 1200 (fechas post quem y ante quem: 1195–1207). Se desconoce el título original, aunque probablemente se llamaría gesta o cantar, términos con los que el autor describe su obra en los versos 1.085 y 2.276, respectivamente.
El Cantar de mio Cid es el único conservado casi completo de su género en la literatura española y alcanza un gran valor literario por la maestría de su estilo. Los cuatro textos épicos conservados, además del que nos ocupa, son las Mocedades de Rodrigo —circa 1360—, con 1700 versos, Cantar de Roncesvalles —ca. 1270— (fragmento de unos 100 versos) y una corta inscripción de un templo románico, conocida como Epitafio épico del Cid —¿ca. 1400?—). Del texto que aquí nos ocupa solo se ha perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice, pero su contenido puede ser deducido de las prosificaciones cronísticas, en especial de la Crónica de veinte reyes.

Rodrigo Díaz de Vivar-El Cid Campeador

Nacido en Vivar, era hijo de Diego Laínez, infanzón de Vivar. Se educó junto al infante Sancho de Castilla, quien le dio el cargo de alférez de la milicia real al ser nombrado rey bajo el título de Sancho II, y a las órdenes del cual se enfrentó a Sancho IV de Navarra. En virtud de su cargo, hizo jurar al rey Alfonso VI (1072, Santa Gadea) que no era responsable de la muerte de su hermano, Sancho II, lo que le provocó la enemistad con el monarca. Fue sustituido en su cargo por García Ordóñez, si bien el rey le compensó con un matrimonio con Jimena Díaz en 1074, bisnieta de Alfonso V. Acusado de deslealtad al rey, fue condenado al destierro en 1081 y rota su relación de vasallo de Alfonso VI. Se encaminó entonces con sus vasallos a Zaragoza, donde se puso a las órdenes del gobernante musulmán al-Muqtadir y, posteriormente, de su hijo al-Mu´tamin. Tras la batalla de Zalaca, en el que fueron vencidas las tropas de Alfonso VI, el rey nuevamente le puso a su servicio y encomendó varios dominios en 1086. En esta segunda etapa junto al monarcas castellano emprendió campañas guerreras por el levante peninsular, logrando hacer que los reyes musulmanes de Albarracín y Valencia pagasen tributo a Castilla y conquistando vastos territorios dominados por los almorávides. Nuevamente enfrentado a Alfonso VI, fue despojado de todos sus privilegios y hubo de salir al exilio. En esta ocasión se puso al servicio del rey musulmán de Valencia, logrando derrotar y apresar al conde de Barcelona Berenguer Ramón II en 1090. En el punto álgido del poder almorávide en la Península, logró tomarles Valencia en 1094, ciudad que no recuperarán hasta algún tiempo después de su muerte, en el año 1102. La literatura y la historiografía posteriores se encargaron de utilizar su figura y engrandecer la leyenda, siendo citado en composiciones, poemas (Poema de Almería), cantares de gesta y crónicas (Najerense, Primera Crónica General, etc.). El momento culminante llega con la elaboración a cargo de un autor anónimo del "Cantar del Mío Cid", en el siglo XII o primeros años del XII. Desde entonces se produce su incorporación a la literatura castellana y la entronización del personaje como símbolo de caballero castellano-español, detentador de valores y virtudes de hondo calado político y elemento propagandístico de primer orden en el contexto de una España cristiana necesitada de héroes.

El palacio de rey Alfonso XIII


martes, 10 de marzo de 2009

Los Ríos de Priego(Cuenca) y su Vertiente

Escabas,Guadiela,Trabaque su vertiente es Atlántica

Principales Ríos de España

Río Miño,Río Nervión,Ebro,Duero,Tajo,Turia,Júcar,Guadiana,Segura,Guadalquivir

Principales Cadenas Montañosas

Mecizo Galaico,Cordillera Cantábrica,Montes Vascos,Pirineos,Cordilla Costero Catalana,Sistema Ibérico,Sistema Central,Montes de Toledo,Cordilla Subética,Cordillera Penibética

Comunidades Autónomas de España

-Nº:17 comunidades
-Nombre:
Galicia:Lugo,Ourense,A Coruña,Pontebedra
Asturias:Oviedo
Cantabria:Santander
Paía Vasco:Alava,Guipuzcoa,Vizcaya,
Comunidad Autónoma de Navarra:Navarra
Aragón:Zaragoza,Huesca,Teruel
Cataluña:Barcelona,Gerona,Lérida,Tarragona
Comunidad Valenciana:Valencia,Castellón,Alicante
La Rioja:La Rioja
Castilla y León:Ávila,Burgos,León,Palencia,Salamanca,Segovia,Soria,Valladolid,Zamora
Extremadura:Badajoz,Cáceres
Comunidad de Madrid:Madrid
Castilla-La Mancha:Cuenca,Guadalajara,Toledo,Albacete,Ciudad Real
Murcia:Murcia
Andalucía:Cádiz,Granada,Almería,Cordoba,Huelva,Jaén,Málaga,Sevilla
Islas Baleares:Baleares
Islas Canarias:Las Palmas,Santa Cruz de Tenerife
Ceuta y Melilla

martes, 24 de febrero de 2009

Protocolo de Kyoto

El 11 de diciembre de 1997 los países industrializados se comprometieron, en la ciudad de Kioto, a ejecutar un conjunto de medidas para reducir los gases de efecto invernadero. Los gobiernos signatarios pactaron reducir en un 5% de media las emisiones contaminantes entre 2008 y 2012, tomando como referencia los niveles de 1990. El acuerdo entró en vigor el 16 de febrero de 2005, después de la ratificación por parte de Rusia el 18 de noviembre de 2004.
El objetivo principal es disminuir el cambio climático de origen antropogénico cuya base es el efecto invernadero. Según las cifras de la ONU, se prevé que la temperatura media de la superficie del planeta aumente entre 1,4 y 5,8 °C de aquí a 2100, a pesar que los inviernos son más fríos y violentos. Esto se conoce como Calentamiento global. «Estos cambios repercutirán gravemente en el ecosistema y en nuestras economías», señala la Comisión Europea sobre Kioto.
Una cuestión a tener en cuenta con respecto a los compromisos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero es que la energía nuclear queda excluida de los mecanismos financieros de intercambio de tecnología y emisiones asociados al Protocolo de Kioto, pero es una de las formas de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en cada país. Así, el IPCC en su cuarto informe, recomienda la energía nuclear como una de las tecnologías clave para la mitigación del calentamiento global.

Centrales nucleares en España


martes, 3 de febrero de 2009

Biografía de Gerardo Diego

Nació el 3 de octubre de 1896 en Santander. Alumno de la Universidad de Deusto donde sigue la carrera de Filosofía y Letras, y donde conoce a quien seria después un amigo esencial en la vida literaria, Juan Larrea. Finalizada la carrera, se doctoró en Madrid. Fue catedrático de Lengua y Literatura en Institutos de Soria, Gijon, Santander y Madrid. En Santander dirigió dos de las más importantes revistas del 27, Lola y Carmen. Fue uno de los principales seguidores de la Vanguardia poética española, y en concreto del Ultraísmo y del Creacionismo. En 1925 obtuvo el Premio Nacional de Literatura, ex aequo con Rafael Alberti.
Elaboró las dos versiones de la famosa Antología de poesía que dio a conocer a los autores de la Generación del 27. Como profesor, dio cursos y conferencias por todo el mundo. Fue además crítico literario, musical y taurino además de columnista en varios periódicos.
Se casa en el año 1934, y al año siguiente se traslada como catedrático al Instituto de Santander. Su tarea poética se sigue completando con sus estudios sobre diferentes temas, aspectos y autores de la literatura española, con su labor de conferenciante y su destacada crítica musical, realizada desde diferentes periódicos.
La Guerra Civil estalla cuando se halla de vacaciones en Sentaraille (Francia). Finalizada la contienda, retorna a España y se traslada al Instituto Beatriz Galindo de Madrid, en el que permanecería hasta su jubilación.
Desde 1947 fue miembro de la Real Academia Española. En 1979, se le concedió el Premio Cervantes. Murió el 8 de julio de 1987 en Madrid

Biografía del Marqués de Santillana

Personaje clave en la sociedad y la literatura castellana durante el reinado de Juan II de Castilla, provenía de una familia noble vasca inclinada desde siempre a las letras: su abuelo, Pedro González de Mendoza, y su padre, el Almirante de Castilla Diego Hurtado de Mendoza, fueron también poetas y estuvo emparentado con grandes figuras literarias de su tiempo, como el Canciller Pero López de Ayala, Fernán Pérez de Guzmán o Gómez Manrique.
También sus hijos continuaron esta labor literaria Garci Lasso de la Vega y de mecenazgo cultural, sobre todo el gran Cardenal Pedro González de Mendoza. Su madre fue la riquísima Señora de la Casa de la Vega, Leonor Lasso de la Vega, la cual estuvo casada en primeras nupcias con Don Juan Téllez de Castilla, II Señor de Aguilar de Campoo e hijo del Infante Don Tello de Castilla.
Su padre falleció teniendo él cinco años, lo que motivó que su madre, doña Leonor de la Vega, tuviera que actuar con gran habilidad para conservar su herencia. Parte de su infancia la pasó en casa de doña Mencía de Cisneros, su abuela. Posteriormente, se formó con su tío, el arcediano Gutierre, que más tarde sería Arzobispo de Toledo.
Muy joven, Íñigo casó en Salamanca en 1412 con Catalina Suárez de Figueroa, hija del fallecido Maestre de Santiago, Lorenzo Suárez de Figueroa, con lo cual su patrimonio aumentó en mucho, transformándole en uno de los nobles más poderosos de su tiempo.
Marchó al poco a Aragón, junto al séquito de Fernando de Antequera, y allí fue copero del nuevo rey Alfonso V de Aragón, donde sin duda conoció la obra de poetas en provenzal, valenciano y catalán que menciona en su Proemio. Literariamente se formó en la corte aragonesa, accediendo a los clásicos del humanismo (Virgilio, Dante Alighieri...) y de la poesía trovadoresca al lado de don Enrique de Villena; en Barcelona trabó relación con Jordi de Sant Jordi, copero, y Ausiàs March, halconero real. En Aragón hizo estrecha amistad también con los Infantes de Aragón, en cuyo partido militaría hasta 1429. Allí, por último nació en septiembre de 1417 su primogénito, Diego Hurtado de Mendoza, futuro duque del Infantado.
Regresó a Castilla al tiempo de la jura del rey Juan II de Castilla. Y participó en las luchas de poder entre Enrique de Aragón y Álvaro de Luna, en el bando del primero. Estuvo junto a él en el golpe de Tordesillas y en el cerco del castillo de la Puebla de Montalbán, en diciembre de 1420.
Tras la prisión de don Enrique, regresó a sus posesiones de Hita y Guadalajara. En 1428 nació en Guadalajara su sexto hijo, el que sería Cardenal Mendoza.
Como político, procuró a partir de 1422 inmiscuirse lo menos posible en los asuntos de estado y mantener a lo largo de su vida la fidelidad al rey Juan II. Ello le llevó a enemistarse primero con los infantes de Aragón en 1429, al no apoyar su invasión de Castilla en el verano de aquel año; y más tarde, a partir de 1431, se enemistaría con el privado real Álvaro de Luna; aunque no por ello volvería a militar en el bando de los aragonesistas.
En la primera batalla de Olmedo (1445) estuvo en las filas del ejército real, por lo cual el Rey le concedió el título de Marqués de Santillana y el condado suprascrito. Ya el año anterior, 1444, había recibido la confirmación real del privilegio a su favor de los derechos que la Corona tenía en las Asturias de Santillana.
Don Iñigo contribuyó claramente a la caída de don Álvaro de Luna (1453) y contra él escribió su Doctrinal de privados; a partir de entonces comienza a retirarse de la política activa. Su última gran aparición se produce en la campaña contra el reino nazarí de Granada de 1455, ya bajo el reinado de Enrique IV. Ese mismo año muere su mujer, doña Catalina de Figueroa, y el Marqués se recluye en su palacio de Guadalajara para pasar en paz y estudio los últimos años de su vida. El 8 de mayo de 1455 hizo testamento, estando en Guadalajara.
Hombre de gran cultura, llegó a reunir una importante biblioteca, que después pasó a ser la famosa biblioteca de Osuna, y se rodeó de brillantes humanistas que le tenían al tanto de las novedades literarias italianas, como por ejemplo Juan de Mena o su secretario y criado, Diego de Burgos, quien compuso a su muerte un muy erudito poema, el Triunfo del Marqués.
Don Iñigo López de Mendoza es el progenitor y cabeza de la poderosa casa ducal del Infantado, Grandes de España.
Falleció en su palacio de Guadalajara el 25 de marzo de 1458

ONG

Una organización no gubernamental (tanto en singular como en plural ONG) es una entidad de carácter privado, con fines y objetivos humanitarios y sociales definidos por sus integrantes, creada independientemente de los gobiernos locales, regionales y nacionales, así como también de los organismos internacionals. Jurídicamente adopta diferentes estatus, tales como asociación, fundación, corporación y cooperativa, entre otras formas. Al conjunto del sector que integran las ONG se le denomina de diferentes formas, tales como organizaciones de la sociedad civil, sector voluntario, sector no lucrativo, sector solidario, economía social, tercer sector y sector social.
Su membresía está compuesta por voluntarios. Internamente pueden tener un bajo o alto grado de organización. El financiamiento de actividades, generalmente, proviene de diversas fuentes: personas particulares, Estados, organismos internacionales, empresas, otras ONG, etc.
La expresión Organizaciónes no Gubernamentales (ONG) nació a raíz de la invitación recibida por algunas organizaciones sociales por parte de la ONU en la década de 1960, para presenciar sus asambleas como invitadas; dado que la ONU es una organización de estados se buscó diferenciar los niveles.

Comercio Justo

La Asociación del Sello de Productos de Comercio justo, de la cual Intermón Oxfam forma parte, tiene como objetivo: “promocionar la certificación de productos de Comercio justo y su consumo y contribuir así a ampliar el impacto de este comercio alternativo. La certificación es un instrumento operativo que da mayor acceso al mercado a las organizaciones productoras de comercio justo, da garantías al consumidor, y facilita el acceso de agentes comerciales a productos de comercio justo con Sello de Garantía”.

El Caballo

No hemos encontrado nada que nos a llamado la atención entre las diferencias del ser humano y de un caballo.

martes, 27 de enero de 2009

El caballo

-Longevidad
25 años
-Peso
600kg
-Tamaño
Altura en la cruz: 1.5m
Cola: 2m
-Duración de la gestación
11 meses
-Nº de descendientes por parto
1 cría/parto, 1 parto/año

¿Qué pasó en tu año?

En el año 1993
Total de población en España: 39167036 hab (9181974 varones y 19985062 mujeres)
Total de nacimientos: 385.786
Total de matrimonios: 201.463
Total defunciones: 339.661
Tasa bruta de natalidad: 9,87 por mil
Tasa bruta de nupcialidad: 5,1 por mil
Tasa bruta de mortalidad: 8,69 por mil
Tasa de mortalidad infantil: 6,7 por mil
Probabilidad de morir antes de los 5 años de edad: 8,3 por mil
Esperanza de vida al nacimiento: 74 años

Reloj de población

A las 9:41h hay 6.737,017.020 nacimientos en el mundo.
En España hay 45,914.346 nacimientos
En la Comunidad Autónoma de Madrid hay 6,650.153 nacimientos
En Madrid hay 3,393.503 nacimientos

martes, 20 de enero de 2009

Antonio de Pereda


Pereda

Escritor realista y costumbrista español naciddo en Polanco (Cantabria). Después de acabar el bachillerato en Santander, ingresó en la Escuela de Artillería de Madrid, pero la abandonó por la literatura. En su tierra natal, se destacó por sus escritos costumbristas y como defensor del tradicionalismo a través de las colaboraciones en las publicaciones La abeja montañesa y El tío Cayetano. Su estilo costumbrista, en la línea de autores como Antonio de Trueba, Fernán Caballero y Mesonero Romanos, revela su proximidad con el romanticismo y un peculiar naturalismo que Emilia Pardo Bazán definió como "perediano". A su ingreso en la Real Academia Española en 1896, pronunció un discurso sobre la novela regional, al que respondió Benito Pérez Galdós. Entre sus obras más importantes figuran: Escenas montañesas (1864); Don Gonzalo González de la Gonzalera (1879), en la que ataca al liberalismo y a la revolución de 1868; El sabor de la tierruca (1882); Sotileza (1885), donde representa el ambiente de los pescadores; Peñas arriba (1895) y Pachín González (1896). Murió en 1906 en Santander.

Viérnoles

Viérnoles es una localidad del municipio de Torrelavega (Cantabria, España). Es la población más alejada de la capital del municipio, pues dista unos 3 kilómetros de Torrelavega y la única que tiene constituida una entidad local menor, dirigida por la Junta Vecinal. Está situado a unos 80 metros de altura y su población es de 982 habitantes (INE 2006).
Se encuentra situado en la parte sur del municipio, entre el río Besaya que lo limita por el oeste y el monte Dobra, que queda al sur. Está dividido en varios barrios, que ya existían en el siglo XVIII: Paramenes, Hoz, Herrera, Río Riba, Radillo, Rodanil y la Robleda. Paramenes es el barrio central, se encuentra en lo alto, donde se ubica la iglesia. Los barrios Herrera y Hoz se encuentran junto al río Besaya, ubicados a lo largo de lo que sería un antiguo camino. Apartados, y pegados al monte Dobra se encuentran los barrios de Radillo o Río Riba.Rodanil es el barrio que queda a lo largo del camino de comunicación con Tanos y Torrelavega. Finalmente el barrio La Robleda situado a la derecha de la carretera general entrando en el pueblo comunica con el apeadero de Renfe.
Celebra fiestas con motivo de San Jorge el 23 de abril.

HISTORIA

El documento más antiguo que cita a Viérnoles data del siglo IX, que menciona el lugar como “Vermulas” y como uno de los territorios del Monasterio de Santa María de Yermo. Posteriormente pasó a poder señorial, apareciendo entre los bienes de la casa de la Vega, siendo uno de los lugares en los que Garci Lasso de la Vega I El Viejo tenía propiedades.
A pesar de este dominio señorial, la jurisdicción correspondía al rey, produciéndose en el siglo XV enfrentamientos por este motivo. En 1531, Íñigo López de Mendoza y Pimentel vendió a un vecino de Guadalajara "el patronazgo y diezmo de San Román de Viérnoles", entre otros. Se inicia así la época del predominio de los linajes locales.
En el siglo XVI era en población mayor que la Vega y la más rica de las que actualmente forman el municipio, contribuyendo a la alcabala del mayorazgo con un importe mayor. Todo ello se debe, en gran medida, a la ferrería de la Rucha, documentada desde 1398 y vinculada a la familia Velarde, lo que motivó en su momento enfrentamientos con el Marqués de Santillana, debido a la gran cantidad de madera que necesitaba para su funcionamiento. Durante toda la Edad Moderna
fue la segunda más importante de Cantabria, con su propiedad muy fragmentada entre diversos vecinos. El catastro de Ensenada la mencionaba en 1752. En 1775 se produjo una importante riada en el Besaya que afectó, entre otros, a esta localidad y a la ferrería. La decadencia se produjo en el siglo XIX, afectado por la Independencia de la América Hispana, continuando en funcionamiento hasta 1847.
Durante la Edad Moderna se produjo, como en otras localidades cántabras, el fenómeno de la emigración, dirigiéndose en su mayor parte a Andalucía, en particular a Cádiz. Los otros destinos eran Madrid y América.

PATRIMONIO

Su patrimonio civil es el más destacado dentro del municipio de Torrelavega, conservándose toda una serie de palacios y casonas de los siglos XVII al XIX. Entre ellas, cabe citar:
Casa de Velarde (barrio de Herrera). Declarada Bien de Interés Local en 2002. Se trata de una edificación erigida a finales del siglo XVII. La casa consta de un edificio principal o noble, un edificio contiguo que originalmente pudo estar destinado a las caballerías, una gran corralada que hace las veces de patio articulador del conjunto y una sencilla portalada de acceso. El edificio principal posee planta cuadrangular, dos alturas y tejado a cuatro aguas; los muros están armados en piedra de sillería.
Casa gótica (barrio de Rodanil). Data del siglo XV. Edificio de planta cuadrada y un solo piso, con una fachada de socarreña central y dos alas. Construida en mampostería con sillares para esquinales y abertura de vanos.
Casa de Rodríguez (barrio de Rodanil). Conjunto de casa y torre. La casa es anterior, presenta un cuerpo de habitación del siglo XVII (aunque, tal como se presenta la fachada actualmente, debe datar de la primera mitad del siglo XVIII), de dos plantas, un escudo timbrado por yelmo con las armas de los Rodríguez y está construida en sillería. La torre está construida en sillería y mampostería [y Torre de Rodríguez.jpg].
Casa de Sánchez de Bustamante o "Casa de los Leones" (barrio de Paramenes). Se edificó en estilo barroco hacia 1740-50. En un lateral de la casa figura un escudo de armas que tiene dos leones coronados como soporte, de donde toma el nombre. La casa tiene dos plantas. La fachada de sillería presenta un soportal de tres arcos de medio punto.
Casa de Antonio Ruiz Castañeda y Ceballos (barrio de Paramenes). Fue mandada edificar antes de 1736. Su fachada principal es de sillería, en la que se ve el escudo con las armas de Ruiz Castañeda y Ceballos. El entablamento muestra arquitrabe, friso y cornisa muy elaborado.
En cuanto al patrimonio religioso, destaca la Iglesia parroquial de San Román. De la construcción de mediados del siglo XVI sólo queda la cabecera, de estructura gótica con decoración renacentista. Se fueron haciendo reformas y obras en los siglos siguientes. De 1733 son dos tramos de nave con muros exteriores de sillería.

martes, 13 de enero de 2009

Datos Estadísticos de España

País (nombre oficial): Reino de España
Capital: Madrid
Superficie:194.897 millas2504.782 km2(casi doble la superficie de Oregón)
Población:40.037.995 (est. julio 2001)
Población estimadaen el año 2050: 32.562.163
Lenguas: Español (Castellano) 74%, Catalán 17%, Gallego 7%, Vascongado 2%
Alfabetismo: 97,0% total; NA% hombres; NA% mujeres
Religiones: Católicos
Expectativa de vida:
Hombres: 75,47 años; mujeres: 82,62 años (est. 2001)
Gobierno:Monarquía parlamentaria
Moneda: 1 euro (EUR) = 100 centavos
Producto nacional bruto (per cápita): $18.000 (est. 2000)
Industria:
Telas y tejidos, ropa (incluyendo calzado), industrias de alimentos y bebidas, siderurgia, productos químicos, astilleros, automóviles, herramientas mecanizadas, turismo
Agricultura:
Granos, verduras, olivas, uvas para vino, remolachas azucareras, frutas cítricas, carne de res, carne de cerdo, avicultura, leche y queso, pescadería
Tierras de Labrantío: 30%
Minerales y Recursos:
Carbón, lignito, mineral de hierro, uranio, mercurio, piritas, fluoruros, yeso, cinc, plomo, tungsteno, cobre, caolín, potasa, poderío hidroeléctrico, tierra de labrantío

España